And the moon is the only light we see

La Luna. tan linda, tan radiante, tan cambiante, observadora de cada movimiento. Oscura en algunas partes, muy brillante en otras, a veces integra, a veces apenas se deja ver. Rodeada de tantas estrellas, y de tanta oscuridad. Cuantos secretos guardará. Cuantas cosas tiene para decirnos. Cuantas cosas nos dice con solo mirarla. Cuantas cosas nos decimos nosotros mismos con sólo mirarla. Flasheamos, analizamos, pensamos, nos ponemos en su lugar: mirar desde afuera. ver como está todo, si somos felices, si hacemos lo que queremos, si tenemos lo que necesitamos. Pensamos en el presente, en los recuerdos, en lo que podría llegar a ser el futuro. Que hubiese pasado si las cosas no hubiesen sido asi, como hubiese seguido todo. La luna nos hace sentirnos ella. Con claroscuros, con tanta inmensidad a su alrededor, a nuestro al rededor. Quizá es porque, a veces uno necesita esos cambios, esas distancias, esos momentos de uno y de nadie más. Esos momentos que nos hacen crecer, madurar y replantearnos las cosas.